Las heces pueden proporcionar mucha información sobre nuestra salud digestiva y general. Aquí hay nueve señales de alerta en las heces que no se deben ignorar:

Sangre en las heces:

La presencia de sangre puede indicar problemas graves como hemorroides, fisuras anales, colitis, enfermedad inflamatoria intestinal (como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa), diverticulosis, pólipos o incluso cáncer de colon.

Heces negras o alquitranadas:

Las heces negras pueden ser un signo de sangrado en la parte superior del tracto gastrointestinal, como el estómago o el intestino delgado.

Esto puede deberse a úlceras, gastritis o cáncer gástrico.

Heces pálidas o de color arcilla:

Las heces muy claras pueden indicar problemas en el hígado, la vesícula biliar o los conductos biliares, como hepatitis, cirrosis, cálculos biliares o bloqueo de los conductos biliares.

Heces con moco:

La presencia de moco en las heces puede ser un signo de infección intestinal, enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome del intestino irritable (SII) o incluso cáncer de colon.

Heces flotantes y grasientas:

Esto puede ser un indicio de malabsorción de grasas, lo que puede ocurrir en condiciones como la enfermedad celíaca, la pancreatitis crónica o la fibrosis quística.

Heces sueltas o diarrea crónica:

La diarrea persistente puede ser señal de infecciones, intolerancias alimentarias (como la intolerancia a la lactosa), enfermedades inflamatorias intestinales o síndromes de malabsorción.

Heces duras y dificultad para evacuar (estreñimiento):

El estreñimiento crónico puede ser causado por una dieta baja en fibra, deshidratación, falta de ejercicio, ciertos medicamentos o problemas de salud subyacentes como el hipotiroidismo.

Cambios en el tamaño, forma o consistencia:

Las heces delgadas como lápiz pueden ser un signo de obstrucción o estrechamiento del colon, que podría ser causado por pólipos o cáncer de colon.

Olor extremadamente fétido:

Aunque las heces siempre tienen un olor desagradable, un cambio drástico en el olor puede ser un signo de infección, malabsorción, enfermedad del hígado o problemas en la digestión.

Si notas alguna de estas señales en tus heces, es importante que consultes con un profesional de la salud para una evaluación adecuada.

Los cambios en las heces pueden ser síntomas de condiciones tratables, pero también pueden ser indicadores de problemas de salud más serios que requieren atención médica.